sábado, 3 de noviembre de 2012

Conversaciones franciscanas


“Uno cocina mejor en su propia cocina”, dice Pancha. Encuentro tan acertada la frase de Pancha, que dejo solo a Francisco a cargo del almuerzo, ya que estamos reunidos en su departamento. Mientras tanto sigo conversando con Pancha sobre el libro de José Ortega y Gasset, “La rebelión de las masas”. Dicho libro, cuando lo leí, en mis tiempos de estudiante de derecho, me gusto mucho, incluso pensé que la sociedad peruana podría ser perfectamente un “hombre-masa”.

Hace poco lo releí atentamente el libro, y encontré cosas que ahora, sinceramente, me causan rubor el no haberme dado cuenta cuando lo leí por primera vez (por ejemplo, cuando don Pepe señala “las masas gozan de los placeres y usan los utensilios inventados por los grupos selectos y que antes sólo éstos usufructuaban”). Ahora bien, si contrastamos este libro con otro, por ejemplo, “La misión de la universidad”, encontraremos muchos puntos acertados, como la crítica a la “especialización” en la formación universitaria, en desmedro de una formación integral que incluya como pieza clave a las humanidades.

Entre comentarios, críticas y risas, llegamos a la conclusión que a Ortega hay que leerlo con atención y cuidado, (y creo que esto se puede extender a cualquier otro autor). Y yo añado, aunque parezca una defensa, que en habla hispana, en las décadas del 20 y 30, Ortega jugó un papel importante en la filosofía, prueba de ello es la fundación de la “Revista de Occidente”, en donde desfilaban muchos autores europeos y sus obras sobre filosofía, política, historia y literatura. Es decir, hizo un aporte en la difusión de ideas, tanto propias como de otros; “La Rebelión de las masas” apenas representa un parte de su obra.

Está, por fin, listo el almuerzo. Dejamos la filosofía y hablamos otros temas. Encuentro exquisitos los tallarines o, quizás, la compañía de dos grandes amigos y la conversación nos hacen olvidar de todo o son un ingrediente más del almuerzo.  

2 comentarios:

Francisco dijo...

No mencionaste tu gran lavada de platos =). Genial tu crónica de hoy. Pero ojo, esta no fue una crónica de calle sino una de Chalet!

Alex Choquemamani dijo...

Pancho, la lavada de platos tendrá su propia crónica, próximamente. Y tendrá un título, algo así como: ¿en qué piensan los hombres cuando lavan platos?

Un abrazo, y pronto te visito, para degustar otro platillo :D