jueves, 18 de julio de 2013

SANTIAGO

Podría llamarla la ciudad del vino,
Podría llamarla la ciudad de la cordillera,
Podría llamarla otoño.
Esta ciudad siempre está desnuda,
Y nunca te pide algo a cambio.
Te come y te vomita,
Te acaricia y te ama.
Puedes nacer de verdad en esta ciudad,
Puedes estar siempre solo con Santiago.

Bolsillos y zapatos

A veces llegamos hasta donde llegan nuestros bolsillos,
Y las puertas se cierran antes de tocarlas.
Otras veces llegamos hasta donde llegan nuestros zapatos
Y ya no podemos regresar ni avanzar.