domingo, 30 de mayo de 2010

Bareto, Chacalon y Vargas Llosa

Si bien uno de los tantos problemas del Perú es de carácter social, nadie mejor que Vargas Llosa ha descrito dicho mal en una de sus memorias (El pez en el agua):

“Pero la verdadera razón del fracaso matrimonial no fueron los celos, ni el mal carácter de mi padre, sino la enfermedad nacional por antonomasia, aquella que infesta todos los estratos y familias del país y en todos deja un relente que envenena la vida de los peruanos: el resentimiento y los complejos sociales. Porque Ernesto J. Vargas, pese a su blanca piel, sus ojos claros y su apuesta figura, pertenecía –o sintió siempre que pertenecía, lo que es lo mismo- a una familia socialmente inferior a la de su mujer. Las aventuras, desventuras y diabluras de mi abuelo Marcelino habían ido empobreciendo y rebajando a la familia Vargas hasta el ambiguo margen donde los burgueses empiezan a confundirse con eso que los que están más arriba llaman el pueblo, y en el que los peruanos que se creen blancos empiezan a sentirse cholos, es decir, mestizos, es decir, pobres y despreciados. En la variopinta sociedad peruana, y acaso en todas las tienen muchas razas y astronómicas desigualdades, blanco y cholo son términos que quieren decir más cosas que raza o etnia: ellos sitúan a la persona social y económicamente, y estos factores son muchas veces los determinantes de la clasificación. Ésta es flexible y cambiante, supeditada a las circunstancias y a los vaivenes de los destinos particulares. Siempre se es blanco o cholo de alguien, porque siempre se está mejor o peor situado que otros, o se es más o menos pobre o importante, o de rasgos más o menos occidentales o mestizos o indios o africanos o asiáticos que otros, y toda esta selvática nomenclatura que decide buena parte de los destinos individuales se mantiene gracias a una efervescente construcción de prejuicios y sentimientos –desdén, desprecio, envidia, rencor, admiración, emulación- que es, muchas veces, por debajo de las ideologías, valores y desvalores, la explicación profunda de los conflictos y frustraciones de la vida peruana. Es un grave error, cuando se habla de prejuicio racial y de prejuicio social, creer que éstos se ejercen sólo de arriba hacia abajo; paralelo al desprecio que manifiesta el blanco al cholo, al indio y al negro, existe el rencor del cholo al blanco y al indio y al negro, y de cada uno de estos tres últimos a todos los otros, sentimientos, pulsiones o pasiones, que se emboscan detrás de las rivalidades políticas, ideológicas, profesionales, culturales y personales, según un proceso al que ni siquiera se puede llamar hipócrita, ya que rara vez es lúcido y desembocado. La mayoría de las veces es inconsciente, nace de un yo recóndito y ciego a la razón, se mama con la leche materna y empieza a formalizarse desde los primeros vagidos y balbuceos del peruano.”

martes, 25 de mayo de 2010

La última línea

Mientras escribo estas líneas
el sol se ha ocultado y el frío me llega a los huesos,
Mientras escribo estas líneas
enciendo un cigarro y juego con su humo,
Mientras escribo estas líneas
una mujer llora y un hombre se marcha,
Mientras escribo estas líneas
un peatón cruza la pista y otro no logra cruzar,
Mientras escribo estas líneas
alguien me mira, yo le miro,
y dejo de escribir.

domingo, 16 de mayo de 2010

MI OTOÑO



Cada momento puede convertirse
en algo eterno si estamos despiertos.
No necesitamos de recetas para vivir.
Muchas veces nuestra vida y la vida misma,
son nuestras mejores maestras.

Había conocido el verano,
la primavera, el invierno,
pero no el otoño.
(No me refiero al otoño del calendario,
sino al otoño del alma).
Ese momento del alma
en donde las preguntas y respuestas
se agotan.
Solo hay una sensación
de paz,
de tranquilidad,
de serenidad,
de contemplación.

Mi niñez representa la primavera,
Mi juventud, el verano
Mi adultez, el otoño
Mi vejez, el invierno…

viernes, 14 de mayo de 2010

SPINOZA






















Las traslúcidas manos del judío
labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)
Las manos y el espacio de jacinto
que palidece en el confín del Ghetto
casi no existen para el hombre quieto
que está soñando un claro laberinto.
No lo turba la fama, ese reflejo
de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas.
Libre de la metáfora y del mito
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquel que es todas Sus estrellas.

JORGE LUIS BORGES

martes, 4 de mayo de 2010

¿En que momento se jodió el Perú?

Responder a la pregunta que lleva por título este post nos puede llevar a una larga e inacaba discusión. Sin embargo, la pregunta -quizás- siempre estará ahí presente, teniendo en cuenta que Zavalita, célebre personaje de la novela Conversación en la Catedral (Vargas Llosa), la pronunció hace más de 40 años.
En la blogsfera esta circulando un vídeo que resume en cierta forma aquella pregunta. Aquí el video: