lunes, 22 de agosto de 2011

Jornada a mil por hora

Despierto. Son las 9:30 a.m. tengo pocos animos para desprenderme de la cama. Miro la ventana desde mi cama y veo como penetran los rayos del sol por la cortina. Saco fuerzas y me levanto. Voy a la ducha, el agua está caliente, tanto así que sigo entre-sueños.

(15 horas después).

Después de haber escrito un artículo, leído un libro sobre la misión de la universidad, dictado una clase, reunido con mi profesor guía de tesis, peleado con el conserje del edificio... estoy sentado frente al computador y me pregunto si mañana  mi día será así también.

(8 horas después)

Prefiero escribir un cuento, leer a Cortazar, conversar con gente nueva, reunirme con la chica que dejó de llamar, amistarme con el conserje del edificio...



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