Son las 7 de la tarde y me dirijo a "La casa en el aire", ahí se realizará una actividad en donde habrá música, monólogos, charlas, todos con un solo motivo: discutir la violencia contra la mujer.
Ingreso al lugar, es un video pub, y éso me llama profundamente la atención. Yo imaginaba que la actividad iba a ser en un recinto más formal, de índole académico. Pero no, es un pub, y la idea me gusta, me parece una actitud original y creativa por parte de los organizadores (Amnistía Internacional).
Luego de escuchar algunas canciones de Jorge Drexler, Sui Géneris, entre otros, interpretadas por Nicolas Valenzuela, sube al estrado la actriz Katty Kowalezcko a realizar un monólogo en donde el tema es la agresión sexual contra las mujeres. El tema se desarrolla en una mezcla de realidad y ficción, lo cual nos permite acercarnos al problema. Son muchas las emociones que siente el público, desde la risa hasta la indignación y la repugnancia.
Luego vendría un conversatorio en donde los temas que se disparan son: machismo, feminicidio, violencia doméstica, desigualdad, discriminación, violencia de género, prohibición del aborto, etc., etc.
Durante el conversatorio salieron muchas ideas interesantes, algunas polémicas (como el caso de la violencia a la mujer por mujeres), otras ya pertenecen al debate público, como el feminicidio. Pero todas siguen siendo ideas, y a lo mucho casos, lo cual no deja de ser importante. Pero ¿cuántos de los asistente no dijeron nada acerca de su participación como "sujetos activos" en un caso de violencia contra la mujer? O, ¿cuántos no dijeron nada de su participación como "espectadores" ante un caso de violencia contra la mujer? Sobre esta última pregunta, sólo uno levanto la mano y relato un caso de violencia contra una de sus amigas, en donde tuvo que intervenir, así ello le costará ganarse la enemistad de su amigo.
Se me viene a la mente un caso similar a la violencia contra la mujer, el de la discriminación. No hay menor duda que existe un consenso en contra de ésta práctica (discriminación). Pero cuantos hemos sido los sujetos activos de una discriminación o cuántos la hemos tolerado.
Creo que al discutir un tema de Derechos Humanos, deberíamos partir haciéndonos una autocrítica, la cual no es sinónimo de una "confesión de culpas", sino de re-conocer un error, una actitud equivocada, lo cual no tiene nada de malo, ya que confirma nuestra condición humana (lo malo sería que después de reconocer ése error la persona siga persistiendo en el mismo).
Yasmín, una de las organizadoras de la actividad, nos relató que un día particular, en pleno Paseo Ahumada (éste lugar se caracteriza por la gran afluencia de personas y que está en pleno corazon de Santiago), hicieron una pelea "simulada" o "montada" de una pareja de pololos (enamorados). La pelea estaba llegando a límites en donde el enamorado iba a agredir físicamente a su enamorada. Y la gente que transitaba por ahí, no decía nada, "no se metía en la pelea de los enamorados", a lo mucho se acercaba a curiosear, sólo una persona de unos 60 años se acerco al muchacho y le dijo: "Jóven no trate así a la dama, ella merece respeto". Ojalá todos tuvieramos esa misma valentía de aquel viejo, para que las cosas cambien.
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