domingo, 16 de mayo de 2010
MI OTOÑO
Cada momento puede convertirse
en algo eterno si estamos despiertos.
No necesitamos de recetas para vivir.
Muchas veces nuestra vida y la vida misma,
son nuestras mejores maestras.
Había conocido el verano,
la primavera, el invierno,
pero no el otoño.
(No me refiero al otoño del calendario,
sino al otoño del alma).
Ese momento del alma
en donde las preguntas y respuestas
se agotan.
Solo hay una sensación
de paz,
de tranquilidad,
de serenidad,
de contemplación.
Mi niñez representa la primavera,
Mi juventud, el verano
Mi adultez, el otoño
Mi vejez, el invierno…
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