Una casona de la ciudad ha sido completamente destrozada, algunos teléfonos públicos han corrido la misma suerte, las labores escolares han sido suspendidas, el servicio de transporte público ha funcionado parcialmente, algunas calles son casi intransitables por las piedras que hay sobre ellas, la atención en algunas instituciones públicas y privadas se han paralizado, etcétera. ¿Cuál fue el motivo? “La huelga por el canon minero”.
Independientemente de las razones, a favor o en contra, de la huelga: ¿quién la legítima? ¿Quién responde por los daños ocasionados? ¿Era necesario hacer todo ello? ¿Quién se beneficia? ¿Quién se perjudica? ¿Qué es una causa justa? y ¿Qué es una causa injusta?
Los sectores populares son los que siempre salen a las calles cuando los políticos los necesitan. Pero cuando ellos necesitan de los políticos, éstos siempre les han dado la espalda. Y, para mala suerte, son los sectores populares los que más necesitan “llevar algo de comer a sus familias”. Muchos de ellos trabajan para vivir y viven para trabajar. Una huelga de varios días no les sirve para nada. Quizás solo les sirva para una sola cosa. Como desfogue, catarsis, purga de demonios internos.
La gente sale a protestar, hoy por el canon, ayer por la zona franca, mañana no sabemos cuál será el motivo. No dudamos que vuelva a salir para pedirle algo al Papá Estado. El Estado –para la mayoría- todavía sigue siendo quién vendrá a salvarnos de nuestras desgracias. Es como un Dios. Pero Dios no existe (tampoco lo mataron) solo existimos nosotros seres humanos de carne y hueso.
“El pueblo jamás será vencido”
Desde nuestra independencia (1821), como pueblo, siempre fuimos perdedores. Tuvieron que venir personas del extranjero para “liberarnos” de España. ¿Falta de unidad? No lo sabemos. Son los episodios tristes de nuestra historia. No muy lejos de nuestra realidad.
Nuestras heridas todavía no sanan: la guerra con Chile; la guerra interna del ‘80 y ‘90; la no clasificación al mundial de fútbol. Sin embargo, pese a todo ello, nos alegramos cuando nos pasamos la luz roja o cuando declaran feriado un día laborable. Nos enojamos cuando nos dicen que exportamos peruanos delincuentes. Nos alegra saber cuando un ídolo musical triunfa en el extranjero. Nos alegra cholear al cholo. Nadie quiere ser cholo en este país.
Quiero ser libre, pero eso no quiere decir que puedo quemar la casa de mi vecino. Luego mi vecino querrá meterme un plomazo. Y así esto será una carnicería sangrienta. Si quiero ser libre, tengo que liberarme de mis prejuicios, de las ilusiones impuestas por el Papá Estado. Liberarme de mis miedos, de todo lo que me ata.
“Obras de terror”
La gobernación ¿qué culpa tiene? Hoy, esta casona antigua, es una obra de terror. O mejor dicho, un museo. Decenas de personas se detienen ante tal obra de terror. Algunos la miran minuciosamente. Otros se asombran de la furia de la turba.
Quienes salieron ganando con la huelga fueron los medios de comunicación. Obtuvieron muchas escenas para alimentar el morbo de la gente (los huelguistas deberían cobrar regalías por ello). Está demás decir que más de un político, o un aspirante a “ser” político, saco provecho. Las huelgas están condenadas a ser un arma de los políticos. Ellos nunca podrán crear una estrategia de lucha. No les conviene. Prefieren sacrificar a los peones en las partidas de poder.
Independientemente de las razones, a favor o en contra, de la huelga: ¿quién la legítima? ¿Quién responde por los daños ocasionados? ¿Era necesario hacer todo ello? ¿Quién se beneficia? ¿Quién se perjudica? ¿Qué es una causa justa? y ¿Qué es una causa injusta?
Los sectores populares son los que siempre salen a las calles cuando los políticos los necesitan. Pero cuando ellos necesitan de los políticos, éstos siempre les han dado la espalda. Y, para mala suerte, son los sectores populares los que más necesitan “llevar algo de comer a sus familias”. Muchos de ellos trabajan para vivir y viven para trabajar. Una huelga de varios días no les sirve para nada. Quizás solo les sirva para una sola cosa. Como desfogue, catarsis, purga de demonios internos.
La gente sale a protestar, hoy por el canon, ayer por la zona franca, mañana no sabemos cuál será el motivo. No dudamos que vuelva a salir para pedirle algo al Papá Estado. El Estado –para la mayoría- todavía sigue siendo quién vendrá a salvarnos de nuestras desgracias. Es como un Dios. Pero Dios no existe (tampoco lo mataron) solo existimos nosotros seres humanos de carne y hueso.
“El pueblo jamás será vencido”
Desde nuestra independencia (1821), como pueblo, siempre fuimos perdedores. Tuvieron que venir personas del extranjero para “liberarnos” de España. ¿Falta de unidad? No lo sabemos. Son los episodios tristes de nuestra historia. No muy lejos de nuestra realidad.
Nuestras heridas todavía no sanan: la guerra con Chile; la guerra interna del ‘80 y ‘90; la no clasificación al mundial de fútbol. Sin embargo, pese a todo ello, nos alegramos cuando nos pasamos la luz roja o cuando declaran feriado un día laborable. Nos enojamos cuando nos dicen que exportamos peruanos delincuentes. Nos alegra saber cuando un ídolo musical triunfa en el extranjero. Nos alegra cholear al cholo. Nadie quiere ser cholo en este país.
Quiero ser libre, pero eso no quiere decir que puedo quemar la casa de mi vecino. Luego mi vecino querrá meterme un plomazo. Y así esto será una carnicería sangrienta. Si quiero ser libre, tengo que liberarme de mis prejuicios, de las ilusiones impuestas por el Papá Estado. Liberarme de mis miedos, de todo lo que me ata.
“Obras de terror”
La gobernación ¿qué culpa tiene? Hoy, esta casona antigua, es una obra de terror. O mejor dicho, un museo. Decenas de personas se detienen ante tal obra de terror. Algunos la miran minuciosamente. Otros se asombran de la furia de la turba.
Quienes salieron ganando con la huelga fueron los medios de comunicación. Obtuvieron muchas escenas para alimentar el morbo de la gente (los huelguistas deberían cobrar regalías por ello). Está demás decir que más de un político, o un aspirante a “ser” político, saco provecho. Las huelgas están condenadas a ser un arma de los políticos. Ellos nunca podrán crear una estrategia de lucha. No les conviene. Prefieren sacrificar a los peones en las partidas de poder.
9 comentarios:
Mi estimado amigo como siempre dando en el blanco ante situaciones reales, que nos compromenten no sólo a reflexionar, si no ha actuar, el problema que vive Tacna nos tiene tensos, nos estresa, nos indigna y nos agobia; son muchos los pedidos y porque sólo esperamos que el Estado los atienda, cuando nosotros como ciudadanos que somos podemos revertir los problemas,una ciudadanía organizada, siendo actores que enfrentemos con proyectos reales a largo plazo que generen puestos de trabajo, lograr un flujo económico en nuestra querida ciudad, porque sólo esperar la ley de Zofra, el canon minero, las materias primas o los yacimientos mineros que no son eternos, luego de eso que quedará.. zonas desérticas .. improductivas, realmente son tantos los pedidos... la causas seran justas?, o la justicia será una utopía ?
bueno alex se podria decir muchas cosas del canon minero: primero que nada el estado peruano siendo dueño del subsuelo y de los recursos que de este se puedan extraer y aprovechar no crees que al menos deberia recibir el 50% de las ganacias y sobreganacicas por parte de las empresas que extraen dichos recursos, dicho de otra forma si soy el dueño de una pepita de oro por que no he de recibir la mitad del precio del valor real de esta asi yo no la transforme ni la manufacture ni la venda solo por el simple hecho de ostentar mi derecho de propiedad sobre esta.....actualmente el canon el sobrecanon y las regalias mineras, como su mismo nombre lo indica son rezagos, minucias regalos,dadivas que las empresas ya sean mineras, gasiferas , petroleras nos otorgan en compensacion por el daño que causan al ambiente y pago de impuestos obviamente ahora analizando de una manera calculada la situacion de tcq y mqg tu crees que las limosnas llamadas canon alcancen para realizar proyectos de gran envergadura como por ejm la desalinizacion y potabilizacion de las aguas del mar de la yarada para proveer de agua potable a tacna en los proximos años de escacez o el repoblamiento agricola y ganadero en areas deserticas pero ricas en minerales, o la construccion del megapuerto punto determinante para determinar el limite maritmo peru chile y que los rotos respeten de una vez por todas nuestras 200 millas de mar soberano, solo por citar algunas cuantas.... imagina todo lo que se podria lograr si el 50% de las ganacias de la explotacion de minerales pasan al presupuesto de nuestras regiones para lograr el cambio hace falta una guerra civil
Nuevamente nos hemos encontrado contra una furia no natural, proveniente del "hombre-masa", y que, por tanto, llamaremos "ANTINATURAL".
En primer término, señores, ¿desean reclamar la distribuciòn del canon? Perfecto. ¿Que esta distribuciòn es injusta? No lo sé. Pero somos hermanos y todos somos peruanos, no? ¿Que, significa un recorte para los "proyectos regionales"? No sé si hacer veredas sea un proyecto de gran trascendencia social. ¿Que se está dejando a Tacna sin dinero para "esos proyectos"? No lo creo así. Primero que terminen de utilizar todo el dinero que tiene el Gobierno Regional en sus cuentas, pero en proyectos de importancia social, y no en "vereditas vestidas de luna y de sol".
En segundo término, distinguidos lectores, ¿contra quièn nos dirigimos y en favor de quién se efectúan estas marchas violentistas? Se dirigen contra el Gobierno Central y buscan reivindicar los derechos de Tacna.
Cómo? Señores, entonces por qué nos "metemos cuchillo" nosotros mismos. ¿No les gustaba la Gobernatura? Uyyyyyy!!!! Qué daño le han hecho al Gobierno Central, quemándola, apedreando la SUNAT, y en estos días, provocando actos de saqueo y ESPANTANDO a los pocos turistas que, a pesar de lo conmocionado de la ciudad, todavía decide pasar algunas horas en esta linda tierra; pero de la que tiene que huir despavorido por la piedras y gases lacrimógenos con los que son recibidos por los hospitalarios manifestantes y efectivos PNP.
Finalmente, debemos recordar que el hombre-masa no piensa, sólo actúa siguiendo a la masa, pero son unos pocos los que mueven sus hilos, en atenciòn a sus propios o de terceros intereses.
Como bien nos recordó Álex, antes de ayer fue ZofraTacna, ayer fue la ropa usada, hoy es el canon, mañana dicen que ya no será el canon, sino el agua de Jorge Basadre. ¿Y pasado mañana? Qué será? El aire de Calana?
Un abrazo, amigo.
Judith, como bien señalas, todavía persiste un paternalismo en nuestra sociedad. Y, a mi parecer, eso es dañino hasta cierto punto.
El Estado debe ser más que todo como un arbitro de fútbol y ponga las reglas claras del juego. Pero resulta que, como en todo partido de futbol -y tratandose del perú-, hay "fauls" tarjetas rojas, amarillas, expulsiones, y a esto se suma las "barras bravas".
Creo que no hay causas ni justas ni injustas. Hay sólo intereses -lo cual no tiene nada de malo- el problema viene cuando esos intereses colisionan con el interés de un tercero. Así sea uno.
Así como hay un derecho de protestar, también hay un derecho de no-protestar.
Sobre la utopía de la justicia, creo que hay que partir de que somos humanos, la justicia es un valor y una utopía, no la alcanzaremos, la tarea está en luchar por alcanzarla.
Gracias por tu visita.
Besos.
Kike:
Me da mucho gusto encontrarte por el ciber-spacio. Quisiera intercambiar algunas ideas contigo. La distribución del CANON es un problema, eso nadie lo duda, por tanto, no está en discusión. Hay muchos matices en el asunto, el cual no voy a entrar en detalle. Tu has dado una explicación clara al respecto.
El asunto es el hecho de depender "siempre" del Estado y de los pocos recursoS que aún tenemos. Y nuestra historia lo demuestra: el oro; el guano y el salitre; el caucho; la arina de pescado; hoy, el cobre. Se ha discutido que la distribución es injusta, pero no se ha dicho, hasta ahora, nada sobre el gasto del canon en los años anteriores. Y aquí hay un problema de Información y Transparencia en el gasto publico (y sobre esto no se protesta).
No soy partidarío de la pena de muerte, ni de una guerra civil; suficiente hemos tenido con la gran cantidad de gobiernos militares, con la violencia política provocada por Sendero.
Todo cambio, comienza con una auto-crítica, y eso nadie lo quiere hacer. Es una chamba a largo plazo, pero la gente quiere, como quién dice: las cosas al toke y los resultados son los hechos que vemos a diario.
Para mi intercambiar puntos de vista, es en cierta forma, hacer un pequeño cambio.
Gracias amigo por tu visita, saludos a la gente de AQP.
Giovanni:
El hombre-masa no piensa, y muchos políticos también. El problema ha sido aprovechado por muchos "dirigentes" que han encontrado un espacio ideal para marketearse políticamente.
Es un acierto cuando dices que nosotros mismos "nos metemos cuchillo". Y tienes mucha razón. Los más perjudicados hemos sido todos nosotros (personas que ejercen su derecho a la protesta y personas que ejercen su derecho a la no-protesta).
El problema de estos últimos días ha evidenciado que en nuestra ciudad no hay una corriente de opinión "Alterna", no hay diversidad de puntos de vista, comenzando por los diarios (Correo y Caplina), las radios y la Tv. Los medios de comunicación sólo se han limitado a exacerbar más los anímos (por ello decía que ellos nos deberían pagar por leer sus titulares).
Otro problema que se ha evidenciado, es la crisis de los partidos políticos. Estos no han tenido presencia en las movilizaciones y menos se han pronunciado por lo ocurrido. Esto ha generado una improvisación total.
Todos quieren ser Líderes, todos quieren mandar, nadie quiere obedecer. ¿No sería mejor buscar consensos?
Saludos querido Giova.
Oye tío, pues a mí también me dio pena el incendio de la gobernación; pero eso pasa cuando los bárbaros entran a la ciudad en un día de furia. Ellos ven algo que otros no ven: la simbolización de las personas en los objetos. Ellos no quemaron la gobernación, quemaron a Alan García. ¿Te das cuenta que sólo son perspectivas?
Andres:
Es cierto que la masa vio a la gobernación como si fuera Alan. Ahora, desde otro punto de vista, eso también podría ser visto como un rebelión contra el padre por haberle quitado plata (unos millones de soles, nada más). Ójala esa rebelión contra el padre se diera en otros campos de la actividad humana y no solo en huelgas, ya que muchas veces tienen un tinte político.
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